Llegó
a la cima, desde la que se descubre la ciudad
en lontananza y una gran parte del Duero
que se retuerce a sus pies, arrastrando
una corriente impetuosa y oscura por entre
las corvas márgenes que lo encarcelan.
Manrique, una vez en lo alto de las rocas,
tendió la vista a su alrededor; pero
al tenderla y fijarla al cabo en un punto,
no pudo contener una blasfemia.
La luz de la luna rielaba chispeando en
la estela que dejaba en pos de sí
una barca que se dirigía a todo remo
a la orilla opuesta.
Er erreichte den Gipfel, von wo aus man in
der Ferne die Stadt und einen großen Teil
des Dueros, der sich als heftiger ungestümer
Fluss zu seinen Füssen windet und als
reissender Bach die gekrümmten Ufer,
die ihn einsperren, umspült.
Manrique, einmal auf dem Gipfel des Felsens,
suchte mit seinem Blick die Umgebung ab, konnte
aber einen Fluch nicht unterdrücken,
als sein Blick sich auf einen Punkt fixierte.
Das Mondlicht glitzerte funkelnd im Kielwasser
eines Schiffes, das auf das gegenüberliegende
Ufer zusteuerte.